El destacado entrenador trasandino no olvida su paso por el “Romántico Viajero”.
Sin lugar a dudas, el sueño de todo futbolero que nace en este continente es que su equipo consiga la gloria levantando la Copa Libertadores de América. Competencia que ha sido esquiva para la U.
Y es que a pesar de que Universidad de Chile ha coqueteado, más de una vez, con el partido definitorio, la realidad indica que solo ha alcanzado para meterse entre los semifinalistas de la competición continental.
Alcanzando la instancia con el Ballet Azul en el año 1970, con Gerardo Pelusso el 2010, el 2012 bajo el mando de Jorge Luis Sampaoli Moya, y en 1996, de la mano de don Miguel Ángel Russo.
Este último, un joven estratega que hacía sus primeras armas fuera de Argentina. Arribando al Caracol Azul, luego de que los azules se consagraran campeones de forma consecutiva en 1994 y 1995.
Choque doloroso
Sin embargo, la eliminación contra River Plate, en la edición del año 96, debe ser de las más dolorosa de las semifinales disputadas por el “equipo mágico”, quedando el gusto amargo de ver como el árbitro, Alfredo Rodas, le metía la mano en el bolsillo de los azules, esto tras no pitar un claro penal en contra de Esteban Valencia.
Esta derrota, no ha sido olvidado por ni un fanático laico, ni siquiera por Russo, técnico de la U por aquel entonces, quien en conversación con el programa Líbero VS de TyC Sport Argentina, entregó detalles de ese episodio, tildado como el más doloroso de toda su carrera.
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“Universidad de Chile-River me dolió muchísimo, porque era mi primera Copa Libertadores, con muy poca experiencia a nivel internacional, y digámoslo… tenía un equipazo bárbaro”, rememoró el actual adiestrador de los Canallas.
En esa línea, Russo continuó lamentándose, agregando que: “sabíamos que el que pasaba esa fase, era campeón”, sentenció el el campeón de la Copa Libertadores 2007.
