Gustavo Álvarez tiene presente que tiene importantes jugadores a una amarilla de quedar fuera, pero asegura que es por la forma que tienen de jugar.
Uno de los grandes riesgos que tiene Universidad de Chile para mantener su campaña en el Campeonato Nacional, es que puede tambalear por la acumulación de tarjetas amarillas.
Esto, porque dos de sus centrales titulares, Franco Calderón y Matías Zaldivia, están a una amonestación de quedar suspendidos en el torneo, ya que ambos acumulan cuatro advertencias.
Por lo mismo, Gustavo Álvarez asume que es algo que se da por la intensidad que quiere tener el equipo, como base de su juego, aunque estima que con el correr de los partidos se debe ir regulando.
“Con respecto a las amonestaciones, la verdad es que somos un equipo que juega con mucha intensidad y hay que adaptarse a esa intensidad. Porque hay balones divididos donde producto de la intensidad que imprimimos en el juego se generan algunas faltas que con el transcurso de los partidos deberíamos ir disminuyendo”, comentó el entrenador azul.
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En ese sentido, asegura que tiene un plantel con condiciones de reemplazar de buena forma a los titulares, por lo que no piensa guardar ni sacar el pie del acelerador.
“Al mismo tiempo, uno tiene que estar preparado para las sanciones y tener el plantel listo para el recambio nominal sin que se resienta el funcionamiento colectivo”, explicó.
Por lo mismo, dejan claro que parte importante del funcionamiento de su forma de entrenar es que todos estén en condiciones, independiente que sean o no los estelares.
“El jugador sea titular o banca, los trabajamos a todos de la misma forma. Un partido se puede ganar con once, una racha se puede lograr con quince, pero un objetivo importante se cumple con todo el plantel”, finalizó.
