Tamayo agradeció su participación en uno de los amistosos contra Audax, aseverando que esto le permite: “aportar mi granito de arena”.
Bianneider Tamayo sumó sus primeros minutos en el primer equipo de Universidad de Chile, diciéndo presente en la zaga del “Romántico Viajero” en uno de los dos partidos que los azules disputaron este viernes contra Audax Italiano, a puertas cerradas en el CDA.
Tras el cotejo, el defensor de 19 años conversó con las redes oficiales del club, dejando sus primeras impresiones luego de compartir cancha con los futbolistas del plantel de honor.
“Hoy, después de tanto, sumé minutos, minutos de calidad que me sirven para aportar al grupo mi granito de arena de cara a lo que queda de campeonato. Y la verdad, muy contento, muy feliz por el trato recibido”, comenzó diciendo Tamayo.
“Estoy contento porque me dan esa confianza de jugar, me dan esa libertad y eso es lo que yo necesito a la hora de desarrollarme en el campo”, explicó el seleccionado venezolano.
Para luego agregar: “tenía tres o cuatro semanas sin jugar después de lo que fue el partido con la Proyección, por una lesión. Así que muy contento porque,esa confianza, esa libertad, ese cariño, ese aprecio, ese respeto dentro de la cancha lo hay y nada, eso es buenísimo para mí”.

Tamayo se apega a la experiencia
Además, el ex Caracas aprovechó la oportunidad para tirarle flores a sus compañeros de zaga, subrayando que está aprendiendo de ellos y que intenta rescatar lo mejor de cada uno.
“Sé que hay centrales experimentados acá, personas íntegras, que es lo más importante de todo, que me lo han demostrado y nada, sacando siempre lo mejor que tienen cada uno de ellos para sumar a mi causa”, apuntó Tamayo.
Oportunidad de oro
Finalmente, y pese a ser consciente de que el duelo contra los itálicos era una prueba de fuego ante la ausencia de Franco Calderón y Matías Zaldivia para el partido contra Ñublense, y que con eso se abre una oportunidad para él, Tamayo muestra calma y madurez, recalcando.
“Voy paso a paso, día tras día. La verdad, el que toma la última decisión es el profe y si él decide qué me tengo que jugar, bueno, pues jugaré y daré todo”.