El formado en Universidad de Chile recuperó la confianza de la mano del DT Jaime García.
Nicolás Guerra debutó con Universidad de Chile en 2017 de la mano del técnico Ángel Guillermo Hoyos. A punta de goles y aportando en delantera, el atacante se abrió paso en el primer equipo y sumó minutos como titular la siguiente temporada.
Sin embargo, el formado en la “U” no logró mantener el nivel que lo llevó a ser la gran promesa del cuadro universitario. El bajo rendimiento y la falta de confianza, lo llevó a rescindir con los azules y buscar nuevos aires a principios de 2021.
En entrevista con el portal En Cancha, Guerra habla sobre su presente en Ñublense de Chillán y recuerda sus últimas temporadas con la camiseta azul: “Al club le tengo mucho cariño, es el equipo que me formó y me dejó cumplir el sueño de ser futbolista profesional. Dejé a mucha gente querida ahí, funcionarios, las “tías” de la cocina, de la limpieza, los guardias. Le tengo mucho cariño a la institución, siempre le voy a desear lo mejor, ya que es un lugar que aprecio mucho”.
Las estadísticas demuestran que Guerra tuvo una baja considerable en su aporte goleador dentro del plantel. Además, terminó relegado a la banca durante los últimos partidos con la U. Eso si, el “Nico” asegura que el factor mental le jugó una mala pasada.
“Lo di todo siempre. Antes de empezar las últimas temporadas, decía: ‘Este es mi semestre’. Pero, inconscientemente, el ambiente, la presión, no me dejaban avanzar ni demostrar lo que yo quería entregarle al equipo. Las críticas siempre van a existir, así que tampoco puedo escudarme solamente en aquello. Muchas veces cuando pasa eso lo mejor es dar un paso al costado y empezar de nuevo, porque yo no lo estaba pasando bien, y tampoco le estaba haciendo un bien al club”, manifestó.

Como también, apuntó al mal pasar de su familia tras las constantes críticas por su nivel futbolístico: “Soy un agradecido de todo lo que me dieron. Personalmente, en la U tuve buenos y malos momentos, pero yo prefiero quedarme con las oportunidades donde fui feliz ahí. En el último tiempo no encontraba mi rendimiento, no me salían las cosas dentro de la cancha. Por otro lado, mi familia la estaba pasando muy mal por la presión de las redes sociales y necesitaba buscar otros aires para poder reencontrarme futbolísticamente”.
Guerra arremetió en el primer equipo durante la Copa Chile 2017, pidiendo camiseta en el equipo de Hoyos. En su faceta de juvenil, el delantero asegura que fue acompañado de buena manera por los experimentados del camarín azul.
“Todos los que tuve fueron muy humildes y me enseñaron mucho, de verdad que estoy muy agradecido con ellos. Sería injusto nombrar a algunos y dejar afuera a otros, pero te diría Gustavo Lorenzetti, Johnny Herrera o Matías Rodríguez, con quien hasta el día de hoy nos mensajeamos y tenemos una gran relación. También está Jean Beausejour, Gonzalo Jara y David Pizarro, que con todas las cosas que ganaron siempre se comportaron muy bien conmigo y me trataron como si fuera un hermano chico”, detalla.
Por lo mismo, el actual ariete de Ñublense tiene claro quién fue el mejor DT en sus primeros años como futbolista profesional: “Personalmente, el “Profe” (Ángel Guillermo) Hoyos. Él me dio lo más importante para un futbolista que es el debut, y en ese sentido, también me dio mucho cariño en un camarín que estaba plagado de estrellas, de jugadores campeones de América. Me enseñó muchas cosas y eso fue muy importante en mis inicios”, remató.