A través de una carta firmada por Carolina Coppo y Andrés Weintraub, miembros del directorio de Azul-Azul representantes la Chile, se dirigieron a la administración de la concesionaria.
Universidad de Chile la pasa mal tanto dentro como fuera de la cancha. Cuatro años consecutivos lidiando con la zona baja de la tabla, además de un traspaso de acciones que tiene al club a la deriva deportiva y directivamente.
El silencio por parte de los altos mandos de Azul-Azul, encabezado por su presidente, Michael Clark, y la falta de transparencia sobre los dueños de la parte mayoritaria de las acciones a nombre de Sartor (63%), ha generado disconformidad en los hinchas del equipo universitario laico.
A los fanáticos azules, se sumó la Universidad de Chile, a través de una carta redactada por los dos representantes de la Casa de Estudios en el directorio de la concesionaria, Carolina Coppo y Andrés Weintraub: “Nos encontramos desde hace tiempo disconformes con la manera en que se administra y gestiona la concesionaria por parte de sus actuales controladores”, comienza la misiva.
Además, los directivos explicaron las discrepancias con la actual administración de Azul-Azul: “Las diferencias no se reducen solo a los objetivos del fondo de inversión que es propietario, el cual no parece estar comprometido con la historia y tradición de la U, sino que también se extienden a otros aspectos, en particular al proceso de toma de decisiones y a la relación y comunicación del club”.
A través de la misiva, la Universidad de Chile expresó su malestar con el mandamás de la concesionaria: “Estas desavenencias se han manifestado por nuestra parte en diversas acciones reiteradas en el tiempo, tanto al interior del Club en las ocasiones destinadas para ello, como a través de comentarios y entrevistas vertidas en medios de comunicación, llegando incluso a no apoyar la elección de Michael Clark como presidente del Directorio y proponiendo una candidatura alternativa. Asimismo, autoridades de la Universidad se han reunido con el presidente del Club y manifestado su disconformidad con algunos aspectos del uso del nombre y distintivos de la Universidad de Chile, requiriendo información mediante cartas formales”.
En la carta, la Casa de Estudios se refirió a las críticas sobre la concesionaria “respecto de eventuales vinculaciones que pudieren existir entre sus autoridades y representantes de otros clubes y de jugadores”, ya que “ponen en cuestión la transparencia y probidad, y no se condicen con los valores y principios que inspiran el actuar de la Universidad de Chile”, finaliza la misiva firmada por los representantes de la Casa de Bello en el directorio de Azul-Azul, Carolina Coppo y Andrés Weintraub.
