Universidad de Chile no pudo vencer a Everton y quedó a dos puntos del título. Gustavo Álvarez no adjudicó derrota al árbitro.
La U no pudo lograr la épica. Los azules igualaron 1-1 ante Everton de Viña del Mar, quedando relegados en el segundo puesto.
Leandro Fernández pudo cambiar la historia y estirar a una definición única ante Colo Colo. Sin embargo, Francisco Gilbert y el VAR denegaron la anotación.
Gilabert, estando a un metro, dejó jugar. No obstante, fue al VAR y en menos de 10 segundos cambió la decisión y cobró falta a favor de la visita. Gustavo Álvarez se refirió a la situación.
“Soy tolerante con los referís. Me parece que hay que tener la coherencia y el perfil. Entiendo que los jugadores están a más de 200 pulsaciones y le van a protestar, eso lo entiendo. Como líder deportivo debo estar frío. Si el cuerpo técnico está frenético y desequilibrado, el equipo se contagia. A mi un gol anulado o fallo arbitral en un partido ganado o perdido no me saca del eje porque sería traicionarme”, reflexionó.

En su propio estilo, Álvarez continuó filosofando sobre su posición ante el arbitraje. El argentino fue calmo a diferencia de sus jugadores.
“Salir ahora a cuestionar a los árbitros, que no ganamos porque el referí se equivocó, no me parece. Confío en la capacidad y honestidad de los árbitros. El lugar fácil y común sería justificarme por el gol anulado. Sería traicionarme a mí mismo”, afirmó.
En cuanto a la autocrítica, Álvarez mencionó que “hoy nos faltaron dos cosas. Una fue controlar el trámite de forma total, porque tenemos un equipo para hacerlo y el gol tempranero nos iba a dar esa posibilidad de que hubiera más espacio con un rival que tenía que venir a empatarnos al menos”.
“Estuvimos un poco imprecisos, por ansiedad y por lo que se juega en este tipo de partidos. Entonces, el partido fue de más de ida y vuelta de lo que nos conviene. Somos un equipo que normalmente controlamos con más calidad. Lo segundo que nos faltó fue el gol”, sentenció.