Luego de casi 23 años, los azules se llevaron los 3 puntos en su visita al estadio Monumental.
No hay mal que dure 100 años. Eso lo saben muy bien Gustavo Álvarez y sus pupilos, quienes haciéndose cargo de la historia de Universidad de Chile saltaron a la cancha de su archirrival con la difícil misión de doblegar al oponente.
En esa línea y luego de regalarle a hinchas y funcionarios una tarde maravillosa, el guardameta del “Romántico Viajero”, Gabriel Castellón respondió a las preguntas de la prensa en el desarrollo de la zona mixta, apuntando.
“Obviamente hay felicidad, se vio reflejado en cancha como este grupo trabajó durante la semana. Pasamos momentos difíciles y creo que los supimos manejar y ahora solo es un momento de felicidad por haber roto esa racha”.
Recalcando con evidentes síntomas de felicidad que el partido “no terminaba nunca”.
“Uno tampoco tiene el cronómetro para poder ver, pero el grupo hizo un gran esfuerzo, todos se esforzaron al 100 % y eso da muestra de lo que cada uno está entregando”, comentó.
“Feliz de ser parte de este club y ahora, parte de la historia”, subrayó Castellón, dando cuenta del nuevo estatus de los jugadores de este plantel en el mundo azul.
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Análisis del partido
No obstante, no todo fueron flores la reflexión del ex arquero de Huachipato, quién en medio de este ambiente de celebración, mencionó.
“También hay que ser autocrítico, uno comete errores durante el juego pero es producto de la ansiedad y nerviosismo que conlleva el partido y nada, yo también soy consciente de las cosas que puedo mejorar y creo que lo puedo hacer partido a partido para darle más seguridad a mis compañeros”.
Objetivo a la vista
Haciendo un llamado a sus propios compañeros para “seguir trabajando, seguir ganando”, porque “nosotros nos enfocamos siempre en ganar el partido siguiendo, hoy el rival era Colo Colo y teníamos que ganar. Mañana ya pensamos en O’higgins así que a enfocarnos solamente en eso, porque tenemos que seguir pensando en los objetivos que nos planteamos como grupo”.
Agregando en forma de sentencia que es evidente que hay felicidad en el camarín, ya que “sabíamos lo importante que era ganar este partido”.
“Pero también con mesura para no perder nuestro objetivo, que es ganar siempre el partido siguiente”, remató.
