En entrevista exclusiva con Emisora Bullanguera, el ex jugador de Universidad de Chile, Manuel Villalobos, repasó su paso como jugador azul y entregó inéditos detalles de su salida, asegurando que le hubiese gustado que lo “valorizaran un poco más”.
Según relató “Villagol”, todo comenzó luego de un frustrado fichaje al fútbol mexicano, en 2008. “Por ese tiempo, Arturo Salah me llamó y me dijo que mi pase estaba 99% vendido a México, por lo que me iban a cuidar un poco, por si me lesionaba. Pero al final no me vendieron y perdí la titularidad; me costó retomarla después porque comenzó a jugar el Pipa (Estévez) junto a Marcelo Salas”, señaló.
“El próximo año llega Sergio Markarián. Ahí tuve una reunión con Sabino Aguad (gerente deportivo por ese entonces) sobre mi futuro en el club. Pero no llegamos a acuerdo y decidí que no estaban las condiciones para firmar. La intención mía siempre fue seguir en la U, estaba hermoso para seguir, sobre todo por los años posteriores con los campeonatos que se lograron”, agregó.
El ex delantero enfatiza en que su salida se forjó netamente en términos económicos: “La gente, hinchas y compañeros fueron extraordinarios, nada que decir (…) Creo que marcar 32 goles en un año es mucho, pero me dejaron ir así como así. En la reunión, Sabino me dice que se podía renovar, pero yo siempre he dicho: para renovar o negociar, tú me tienes que ofrecer un peso más de lo que ya ganaba. Pero no hubo eso; era lo mismo o nada, prácticamente”.
“En Huachipato me valoraron muchísimo más”
Luego de las fallidas negociaciones, Manuel Villalobos finalmente emigró y recaló en Huachipato, donde se consagró campeón del Clausura 2012: “Hubo poco interés por parte de Sabino. Después llega Huachipato, que me ofreció más cosas; habían otras expectativas, me valoraron muchísimo más. En la U llegué como un jugador que estaba empezando, como una apuesta, Salah sabía poco de mí. Pero durante el segundo año quería que me valoraran un poco más y no ocurrió eso“, dijo.
Finalmente, sentencia: “Hasta el día de hoy le digo a Sabino Aguad: ‘pucha, tuve que haber seguido, ¿por qué no me dejaste?’. Yo tenía muchas ganas (…) Imagínate, que te digan que estabas 99% vendido a México, donde puedes asegurar el futuro de tu familia, pero no se da. Y después, que te dejen ir sin nada. Si no me dejaron ir a México, ¿por qué después me voy sin nada? Si te quiero vender en un millón de dólares, por ejemplo, y el otro equipo te da 800 mil y se cae el negocio, y al otro año te dicen: ‘¿sabes qué?, ándate nomás, chao’. Creo que en esos casos es mejor vender y perder algunos dólares, que perder a un jugador libre“.
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Yerko Ávila Escrig | Emisora Bullanguera
