Vargas terminó su participación en la Liga de Primera 2025 anotando en el estadio Monumental. Se acordó de la U.
Este fin de semana se jugaba la última fecha de la Liga de Primera 2025 y Eduardo Vargas tenía un desafío especial: visitar a Colo Colo, esta vez, defendiendo los colores de Audax Italiano.
Desde el arranque, el delantero recibió pifias de la parcialidad local, una reacción que se explica por su estrecho vínculo con Universidad de Chile.
Sin embargo, a los hinchas colocolinos esta decisión les terminó pasando la cuenta. Recién pasado el primer cuarto de hora, Vargas conectó un cabezazo perfecto para abrir el marcador y enmudecer el estadio Monumental, del ruido al silencio en cuestión de segundos.
La celebración no pasó inadvertida. El ex delantero de la U se llevó las manos a los oídos desafiando a quienes lo habían insultado durante toda la previa. Luego se subió la manga de la camiseta y mostró el chuncho tatuado en su brazo, gesto directo y elocuente hacia el mundo azul.

Ese detalle llega en un contexto especial para U de Chile. El fallido retorno de Vargas a mitad de temporada, en una negociación que para Gustavo Álvarez era prioritaria y que la dirigencia no logró concretar, marcó un quiebre interno del que el club aún no termina de recomponerse.
Por eso, más allá del gol y la celebración, lo de hoy se leyó como un guiño. Un gesto en medio de un momento complicado que, sin palabras, volvió a encender la ilusión eterna del hincha azul.
![]()


