El viaje de los dirigentes de Independiente de Avellaneda a la Conmebol fue catalogado como un rotundo fracaso.
Los ecos de la violencia ocurrida en el estadio Libertadores de América durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile, válido por los octavos de final de la Copa Sudamericana 2025, continúan generando repercusiones.
De hecho, la polémica ahora se trasladó al fallido lobby dirigencial de los argentinos en Paraguay.
El periodista trasandino Pablo Carroza reveló que la visita de la directiva de Independiente a la sede de la Conmebol no tuvo la recepción esperada.
Según sus palabras, el presidente Alejandro Domínguez no estuvo dispuesto a escuchar los reclamos que buscaban responsabilizar a la U por lo ocurrido en Avellaneda.
Al referirse a la dirigencia del “Rojo”, Carroza comentó.
“Son los que viajaron a Paraguay para pedir los puntos diciendo que Independiente no había hecho nada y que en realidad los antecedentes los tenían los chilenos”.
La Conmebol no está contenta
Bajo ese contexto, el comunicador fue más allá y detalló que el propio presidente del Rojo, Néstor Grindetti, no fue recibido como esperaba en la sede del organismo rector del fútbol sudamericano:
“Es decir, Independiente debía clasificar por Copa Sudamericana, y eso Domínguez no se lo tomó para nada bien. Es más, me dicen desde arriba que ni siquiera lo recibieron a Grindetti cuando estuvo en Paraguay”.
La situación, de acuerdo a Carroza, terminó por evidenciar el quiebre institucional que atraviesa Independiente y el desgaste de su comisión directiva.
“Le dijeron: ‘qué quiere Grindetti’, ¿a ustedes no les llama la atención que desde la AFA le hayan quitado el apoyo a la comisión directiva de Independiente? Se la mandaron y tienen que entender que les tocó perder y que tienen que presentar la renuncia”, cerró el comunicador.
Independiente se quedó sin piso político, sin crédito ante Conmebol y con la presión de sus hinchas que ven cómo la institución se hunde en medio de la violencia y la improvisación.
Mientras tanto, Universidad de Chile espera la resolución definitiva de las sanciones. Una espera cargada de incertidumbre, pero también de una certeza: el lobby en Paraguay fracasó.
